sábado, 9 de febrero de 2013

¿Los que?

El rincón de los zapatos
se despobló,
hasta alcanzar, nuevamente,
su singularidad
                             femenina.
En el otro extremo
de ese plural desencuentro,
viaja, tristemente,
la singularidad masculina.

Como imanes contrapuestos,

de polos entremezclados,
encuentros y desencuentros:
¿los enamorados?

walter


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Lee, pensà, soñà: La vida es una mentira compartida.